Amigo caficultor, sabemos que el clima está cambiando y que esto afecta directamente a nuestro café. En este artículo vamos a platicar sobre cómo podemos reconocer estos cambios y qué podemos hacer para proteger nuestras plantas y nuestro sustento.
El calor y nuestro café
Cuando hace demasiado calor, nuestras plantas de café nos avisan. La primera señal aparece en las hojas: se ponen más claras y algunas veces se ven como quemadas en las puntas. Si el calor sigue fuerte, las hojas se enrollan como tratando de protegerse del sol. Esto es muy importante porque cuando la planta está así, no puede alimentarse bien.
El calor fuerte también afecta directamente al grano. Si hace mucho calor cuando el grano está madurando, notaremos que el café madura muy rápido. Esto parece bueno, pero no lo es. Es como cuando maduramos un tomate a la fuerza: se pone rojo pero no sabe igual. Con el café pasa lo mismo: el grano se hace más pequeño y cuando lo probamos, el sabor no es tan bueno. Los compradores pagan menos por este café porque no tiene el sabor que buscan.
Cuando llueve demasiado
La lluvia es necesaria para nuestro café, pero cuando llueve demasiado también hay problemas. Lo primero que podemos ver es que las hojas se ponen amarillas y se caen más fácilmente. Esto pasa porque la raíz se ahoga y no puede tomar los alimentos que la planta necesita.
Pero el problema más serio con la lluvia fuerte es que aparecen los hongos. Usted los puede reconocer porque ve manchas cafés o anaranjadas en las hojas, como si fueran manchas de óxido. El hongo más peligroso es la roya, que primero aparece como puntitos amarillos en la parte de abajo de la hoja, y después se vuelven como un polvo anaranjado que mancha cuando lo tocamos. Si no lo controlamos rápido, la planta pierde todas sus hojas y los granos no maduran bien.
También con mucha lluvia aparece el ojo de gallo, que hace manchas redondas en las hojas, como si alguien hubiera hecho agujeros. Y en el grano puede aparecer el mal de hilachas, que hace que los granos se pudran y se vean como cubiertos de telarañas.
El problema del frío
Aunque en Guatemala no hace tanto frío, en algunas zonas altas sí tenemos heladas. El frío daña primero los brotes nuevos y las flores. Si su café está en floración y viene una helada, las flores se ponen negras y se caen. Esto significa que esas flores ya no van a dar grano.
Las heladas fuertes pueden quemar las hojas, que se ponen negras como si se hubieran quemado con fuego. Una planta así puede tardar mucho tiempo en recuperarse, y si es muy joven, puede que no se recupere.
Los vientos fuertes
El viento fuerte es otro enemigo de nuestro café. Rompe las ramas, tira las hojas y puede hasta tumbar las plantas jóvenes. Pero además, cuando hace mucho viento, las hojas pierden agua más rápido y la planta se estresa. Usted nota esto porque las hojas se ven marchitas aunque haya agua en el suelo.
Cómo proteger nuestro café
Aquí es donde las alertas del clima nos pueden ayudar mucho. Cuando sabemos que va a hacer más calor de lo normal, podemos:
- Regar temprano en la mañana o en la tarde
- Asegurarnos que los árboles de sombra estén dando buena sombra
- No hacer trabajos que lastimen las raíces cuando hace mucho calor
Si nos avisan que vienen lluvias fuertes:
- Podemos limpiar los drenajes para que el agua no se estanque
- Tener listo nuestro fungicida por si necesitamos aplicarlo
- No hacer podas hasta que pase el temporal, porque las heridas con mucha lluvia son puertas para los hongos
Para las heladas:
- Si tenemos plantas pequeñas, podemos cubrirlas con hojas o costales
- En café más grande, podemos prender fuegos controlados en la noche
- No fertilizar cuando hay riesgo de heladas
La importancia de estar informado
El clima está cambiando y ya no es como antes, cuando nuestros papás y abuelos podían adivinar el tiempo mirando el cielo. Ahora necesitamos ayuda extra. Por eso es importante estar atentos a los avisos del clima.
Cuando recibimos alertas del clima en nuestro teléfono, es como tener un amigo que nos avisa: «cuidado, viene calor fuerte» o «prepárese que viene mucha lluvia». Así podemos prepararnos y proteger nuestro café antes de que sea tarde.
Recuerde: un caficultor informado tiene más oportunidad de sacar adelante su café, no importa lo que el clima traiga. Y un mejor café significa mejor precio y más sustento para nuestra familia.
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